Después de unos días sin novedades volvemos a hablar de música.
Sin motivo alguno he empezado a escuchar música de esa con la que nuestros padres se volvían locos en 'los guateques'.
He empezado a indagar sobre la revolución musical de los 80 en España, y una vez más he de decir que me hubiera encantado vivir en esa época. Sus ropas, sus costumbres, su sentido del pasotismo, sus fuerzas reivindicatorias, su estilo, su música.
La Movida madrileña fue un
movimiento contracultural surgido durante los primeros años de la Transición de la España posfranquista, que se generalizaría y convertiría muy pronto en la Movida española y se
prolongó hasta mediados de los años
ochenta.
La noche
madrileña siempre fue muy activa no sólo por las salidas
nocturnas de los jóvenes, sino a causa de un interés inusual en las llamadas culturas alternativas ounderground. Todo ello había
estado germinando desde los movimientos culturales juveniles que anteriormente,
a través del boom turístico, habían llegado del resto de Europa en los sesenta y setenta y que, tras la caída de la dictadura y con el cambio de
régimen, encontrarían ya un terreno abonado para desenvolverse completamente.
Fue parte del cambio y liberalización cultural e ideológica a que se abriría la
gran mayoría de la sociedad española en general.
Se
reconoce como pistoletazo de salida de la Movida al llamado "Concierto homenaje a Canito" en memoria de José
Enrique Cano Leal, difunto batería de Tos (futuros Los
Secretos).
La idea
de la celebración del concierto surgió de una conversación entre Enrique Urquijo, líder del grupo Tos, embrión de Los Secretos y y José Vegas, programador cultural
de la Escuela de Ingenieros de Caminos, que tuvo lugar en locales emblemáticos
de la Movida Madrileña como El
Penta o La
Vía Láctea.
Sin
embargo, quizás el momento cumbre de la Movida madrileña fue el 23 de mayo de 1981, cuando los alumnos de la Escuela Técnica Superior
de Arquitectura de Madrid de la Universidad Politécnica
de Madrid junto a Klub organizaron "El Concierto de
Primavera".
Más de 15.000 personas se dieron cita en dicho acontecimiento
histórico, en un festival de más de ocho horas de duración en el que
participaron en orden y por sorteo Farenheit
451, Alaska y los Pegamoides, Flash Strato, Los
Modelos, Tótem, Rubi
y los Casinos, Mamá, Los Secretos y Nacha Pop.
Escrita por Antonio Vega en 1977 mientras cumplía el Servicio Militar en la Ciudad de Valencia, se incluyó en el primer álbum de Nacha Pop en1980. Se publicó, además, como sencillo, siendo la Cara B Nadie puede parar.
Fue producida por Teddy Bautista, que tocó el piano que personaliza el tema.
La canción está considerada como una de las mejores canciones de la música pop española de todos los tiempos, debido a que está dentro de los parámetros de la nueva ola y corrientes anglosajonas. Su letra no tiene un significado ortodoxo.
Comienza con unos acordes de bajo y es acompañada por el sonido de la guitarra acústica en todo momento.
La canción refleja el cambio mental y social del momento, el éxito de ésta se debe en parte al contexto histórico en el que fue creada, y con el tiempo, La chica de ayer es el recuerdo romántico de la época vivida.
En 1992 el crítico L. Gallero realizó una encuesta entre profesionales del mundo del disco para su libro Sólo se vive una vez. Esplendor y ruina de la movida madrileña, en la que el tema fue elegido canción favorita de la movida madrileña.
La letra menciona un conocido local de ocio madrileño, desde entonces identificado con la canción: El Penta.
Desde
entonces, distanciándose de la generación anterior de la movida, el rock en
España se ha diversificado en sus subgéneros (aunque sin que ningún grupo
escapara a otras influecias)
Muchos de
ellos han utilizado desde entonces, en mayor o en menor medida, su música y
letras como forma de protesta social, llenándola con temas de contenido social
y político como el anarquismo, el anticapitalismo, el antimilitarismo, el antifascismo, el inconformismo, las drogas, la igualdad, la juventud o la libertad...
En 1991
empezó su carrera en solitario, aunque al principio mantuvo un nombre de banda, Christina y Los Subterráneos, debutando con el disco
Que me parta un rayo, de cuyos temas era la autora.
Hoy en día podemos rescatar para el rock español muy diversos como Extremoduro. Aprovecho para recordar que el próximo 8 de Septiembre después de unos años, los tendremos en escenarios sevillanos.
-kiss!
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